2. El Gran Gilguero del Huascarán le dedica una canción:
Blog dedicado al empresario mas grande que haya nacido en el Perú, ejemplo de trabajo y visión empresarial, de los que aprendemos trabajando y luchando día a día en la universidad de la vida. Para que no te olvidemos Don Lucho, y para que sigamos tu ejemplo empresarial. Recopilación de Artículos, Imágenes y todo lo que tenga que ver para conocer más del Gran Capitán.
miércoles, 17 de agosto de 2011
Videos Sobre Luis Banchero.
1. Perfil de Luis Bancher: La srta. relatora dice Banquero por Banchero, pero vale la intención:
2. El Gran Gilguero del Huascarán le dedica una canción:
3. Y un documental de Puerto Supe - Barranca donde se menciona a don Lucho (casi al final):
2. El Gran Gilguero del Huascarán le dedica una canción:
martes, 16 de agosto de 2011
EL DIA TIENE 24 HORAS, 24 horas al día trabajaba Banchero
Cuando uno pregunta a los pescadores que conocieron a Banchero en sus primeros días de Chimbote qué era lo que más les llamaba la atención, la respuesta es uniforme: la enorme capacidad de trabajo.”Es increíble como trabajaba ese hombre –cuenta Luis Barrera- a cualquier hora uno se lo podía encontrar. El siempre decía un día perdido no se recupera nunca”. “Si. –ejemplifica don Manuel Guerrero– una vez yo ya había hecho dos salidas y eran como las tres de la tarde. Le dije Lucho aquí me planto, y me dijo “no pierdas tu tiempo” y, ya ve salí por tercera vez y así hacia él siempre”. Sin embargo se daba tiempo para todo.”Cuando alguien le invitaba a tomar unos tragos, paraba, luego hacia conversación y luego regresaba al trabajo, al muelle o a la fabrica” confirma Barrera. El viejo pescador Macchiavelo recuerda otra costumbre antigua: “andaba con una libretita negra pregunta y pregunta por todas las cosas en la pesca y las iba apuntando, creo que nunca salió a la mar, pero sabía de todo igual que nosotros”.
Al comienzo Banchero compraba el bonito a lanchas de propietarios independientes. Ya bien afianzado en el negocio empezó a comprar lanchas propias. Ya Banchero estaba cruzando el lindero que separa la pequeña de la gran industria. Ocurre que el auge de las conservas de pescado coincide con la guerra de Corea - Estados Unidos. El gran proveedor necesita su producción para los marines, y la demanda europea aumenta considerablemente. Por eso para Banchero en ese momento lo importante era producir sin detenerse un minuto. Junto con él había otros industriales conserveros, pero ninguno siguió un proceso expansivo comparable.
Casi simultáneamente a la compra de sus primeras lanchas boniteras empieza a interesarse en la harina de pescado, un producto exótico que ya se elaboraba, pero sin mayor empeño. Alguien dijo que Banchero fue un gran ejecutor de ideas a medio trabajar sin duda el caso mas evidente es el de la harina. Fue por entonces que personalmente empieza a formar su equipo de pesca. Recluta a Lucho Barrera, a Angel Balazar, más conocido como "Charol", a Manuel Guerrero Balazar, a quien mejor se identifica como "Chiroca"; todos ellos pescadores de leyenda. Surgen la "Roxana", la "Fiorina" y la "Marilú", bolicheras que se identificaban con los colores verde, blanco y rojo; y más tarde vendrían la "Ana María", la "Mariella" y la "Giuliana", bautizadas siempre con los nombres de sus sobrinas.
Fue por esta época en que Banchero conoció a Daniel Santos Castro, pescador propietario de tres lanchas, a quien en Chimbote más conocían como "Cara de Papa" el primero de una lista de amigos y conocidos que tendría en ese mundo rudo y violento al cual no eran ajenos inclusive algunos desadaptados. Banchero, en efecto era un conocedor de la naturaleza humana, más de un ángel caído con intención de regenerarse con un trabajo honrado encontró cabida en las planillas de "Florida", y más tarde de las de naviera "Humboldt", "Los Ferroles" y sus otras empresas, que acogerían a nombre y apellidos que antes solo figuraban en comisarías y juzgados.
El 22 de octubre de 1955 "Florida" empezó a producir, tras superar una serie de contratiempos. No era época de abundancia de bonito, la materia prima de la actividad conservera, pero a fuerza de habilidad y coraje había logrado asegurar su abastecimiento.
En el ínterin Banchero había asumido, a la muerte de su socio Carlos Manucci, el control total de "Florida". No fue una maniobra especulativa, sino simple y llanamente el resultado de la ignorancia de los deudos en relación a la perspectiva de los negocios del empresario fallecido.
Fue, en este caso, la viuda de Manucci quien cedió las acciones de su difunto marido en "Florida" por la ilusoria seguridad del plato de lentejas de los negocios de Kendall. El 30 de marzo de 1956, Laura Vega Vda. de Manucci trocó su participación legal en "Florida" (36 %), de lo que pronto sería el más grande imperio del mundo en materia de pesca, por el negocio de los lubricantes, que no tardaron en irse a pique sin una mano que los promoviera, y vendiera adecuadamente.
Ya como único dueño de "Florida", pues Banchero también había cedido a su socio De La Riva su parte de Productos y Forrajes a cambio del resto de acciones de la envasadora de pescado, la segunda empresa de su género, después de Coishco y delante de otras cuarenta y cuatro más antiguas. El propio Lucho Banchero luchaba el pescado en el muelle, garantizando la materia prima de la envasadora.
En junio de 1956 Banchero da otro gran paso: planea instalar su fábrica de harina. Forma la Compañía Industrial Pesquera del Pacifico Sur, de la mitad de cuyo capital es propietario. Su socio es Wilbur Ellis, un experimentado inversionista de la pesca industrial, propietario de otras fabricas en el litoral. Más tarde le cambiará el nombre a "Pesquera Humboldt".
A fines del 1956 establece la pesquera Humboldt. Era una fábrica muy pequeña tanto que la sola Fiorina de 60 toneladas era suficiente para abastecerla. Para entonces empezaba igualmente a afinarse la práctica de Banchero en el comercio internacional. El comercio de su atún enlatado lo entrenó en el trato de compradores extranjeros y le dio la educación básica financiera.
- Esta lancha es de mi hijo. En el muelle del Callao, frente a la "Fiorina", habla doña Florentina Rossi Vda. de Banchero. Su hijo le ha dicho que en el muelle tiene una lancha en la cual puede dar un paseo. Charol, quien le ha dicho que la bolichera es "de un señor Banchero Rossi", le responde cortésmente: "Entonces esta lancha es también suya señora" y la hace subir para darle el paseo.
Pero no todo iba a caminar bien. Hay momentos en que los socios no entienden las proyecciones, y no comparten las urgencias. Banchero era uno de esos empresarios que no dejan para mañana lo que pueden hacer hoy. A su juicio, Wilbur Ellis marchaba lentamente, no daba paso a su iniciativa de duplicar la producción, instalar más fábricas en Chimbote y en el Callao, comprar nueva maquinaria, crecer, crecer. El empresario no vaciló en buscar nuevos negocios, y entabló negociaciones con el yugoeslavo-norteamericano Martín Bogdanovich, épico pesquero internacional, propietario de Star Kist, quien ya tenía participación importante en la industria nacional.
No se habían cumplido tres meses de que Humboldt operaba, cuando ya Banchero formaba su tercera gran empresa de la pesca: Compañía Pesquera Los Ferroles, con un modesto capital de un millón doscientos mil soles. Su socio principal : Star Kist Peruana, pero siempre él controlando el negocio, como el gerente general, aunque Bogdanovich estaba representado por George Goglo en la presidencia del directorio.
A fines de 1957, "Los Ferroles" aumentaría su capital a diez millones de soles, mitad pagado y mitad en cartera, y pronto sería la fábrica más moderna del litoral. Humboldt entretanto se rezagaba, y llegó el momento de tomar una gran decisión.
- Yo no nací para tener socios-. Se lo decía Banchero a Juan Sagarvarría, en uno de esos instantes de confidencia. "No puedo continuar con Wilbur Ellis" decía, y la respuesta del amigo no se hizo esperar; "o vendes o compras". Eso pienso hacer -dijo él- y en el futuro donde veas mi nombre ten la seguridad de que soy el único dueño.
EL DUO BANCHERO – VILLARAN: Nacen Correo y Ojo
En los años 60 Luís Banchero Rossi era ya uno de los hombres más ricos del país y era también conocido por su audacia en las inversiones. Con fría astucia capturaba los mejores ejecutivos ofreciendo lo más altos sueldos; y con la misma naturalidad los despedía si no rendían los frutos esperados. De todos aguardaba lo mismo: que dedicaran todo el tiempo y esfuerzo que él mismo ponía en servicio de los negocios. Habían sido años de trabajo durísimo: era ya tiempo de dedicarse un poco al intelecto, pues entre transacción y transacción quedaba poco tiempo para leer.
A la vez su posición predominante en el seno del mundillo de los pesqueros hacia ya necesario asumir una posición política que defendiera los cada vez más crecientes intereses. Las posibilidades de subirse al adorado carro social oligárquico habían fracasado –según dicen- por una malhadada balota negra en el Club Nacional.
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Luis Banchero Rossi junto al fundador de nueve diarios, Raúl Villarán. Con el magnate lanzó Correo y Ojo. |
De otro lado, el Estado había fijado la mirada en sus fabulosas ganancias y reclamaban mayores contribuciones. Era el tiempo –calculó- de poseer un órgano de información que, unido a sus amigos parlamentarios, formara un Frente Pesquero que desbaratara cualquier intento de rozar las cuentas bancarias. Pero Banchero no era un inversionista corriente, al viejo estilo; su periódico tendría que ser, imaginaba entonces, una catapulta aniquiladora, ágil y centelleante dentro del grupo de los hieráticos matutinos tradicionales.
Muy pocos saben donde y cómo conoció al periodista Raúl Villarán Pasquel, hombre de empresa muy conocido a la par por su talento que por su fama de tumultuoso y agresivo. Villarán había obtenido grandes éxitos con el diario Última Hora, la revista Extra, el diario Expreso y otras publicaciones, de lúcida inteligencia aunque extraordinariamente apasionado y voluble a la vez que suspicaz e hipervigilante, Villarán fue el hombre que Banchero necesitaba para crear el nuevo imperio que había soñado. Había encontrado un periodista que tenía más imaginación que él.
Al reunirse con el magnate, Villarán esbozo un plan impresionante. Formarían una cadena de diarios que cubriría todo la Republica , primero la conquista de las provincias, luego Lima. De un solo zarpazo aplastarían a los diarios provincianos mediante el expediente de brindar las mejores noticias a través de lo más moderno en medios de comunicación electrónica, mas tarde, en Lima, se lanzarían al saturado mercado periodístico con un diario que seria copia a la criolla del famoso Bild Zeitung de Alemania Federal.
Luego de una conferencia de prensa en un hotel céntrico y en la que los periodistas escucharon asombrados y entusiasmados el Plan Villarán, el flamante director de la empresa Periodística Nacional (EPN) se abocó de lleno a la tarea de construir el nuevo imperio de Banchero.
Luis Banchero dio un toque romántico a la aventura: escogió Tacna, su ciudad natal, para la aparición del primer diario. Y así, en 1961, vio la luz Sur. El matutino tacneño escandalizó a los conservadores lugareños por sus noticias sensacionalistas y sus grabados escandalosos. La pacatería tacneña llego al colmo cuando el propio Obispo lanzo una furibunda pastoral contra el diario. Naturalmente, el anatema no hizo otro efecto que aumentar las ventas.
El equipo de periodistas era de lo mejor que podía conseguirse en el “mercado”. Atraídos por la generosa planilla de EPN, los más talentosos redactores abandonaron en masa las redacciones de los diarios para integrarse a lo que seria, según los planes, el más extraordinario experimento periodístico de la historia del país. Ese equipo editó los primeros ejemplares en el Sur y luego se trasladó a Piura donde acometió con entusiasmo la tarea de escandalizar a los también conservadores norteños. Allí apareció Correo de Piura. Luego corrieron a fundar el Correo de Arequipa haciendo palidecer a los calmosos periodistas mistianos; y de allí a Huancayo para cubrir toda la zona del centro.
La red había sido tendida. Afrontaban serios problemas aun no resueltos como el de las comunicaciones y algunos equipos de impresión deficientes por ejemplo. Aunque resolvieron con brillantez otros como el de armar un singular aparato logístico que proveía de papel, grabados, repuestos, etc. a los diarios filiales. Pero las dificultades no fue obstáculo alguno para que el dúo Villarán – Banchero decidiría por fin asaltar la plaza de Lima con el quinto Correo.
El 10 de julio de 1962 los canillitas vocearon el nuevo diario en aparición que había sido precedida de una millonaria publicidad.
En lo que respecta a los efectos previstos en provincias, el resultado era dudoso. La cadena no solo no había acabado con la “prensa chicha” sino que había causado un efecto contrario, de rebote.
Luego de los primero reveses causados por la novedad de los intrusos, los editores provincianos decidieron que era el momento de renovarse a la vez que oponerse firmemente a lo que consideraban violación de fueros sagrados. Por ejemplo, un latifundista, Juan Pardo Heeren, propietarios de una cadena de una docena de diarios, decidió defender su coto de Huancayo y Arequipa. En el norte le planteo batalla el diplomático millonario Vicente Cerro Cebrián quien modernizó los equipos de sus periódicos hasta el punto de superar la achacosa rota plana de Banchero.
Y el Lima el corte o estilo (“formula” la llamaba Villarán) no tuvo el impacto imaginado. Si bien es cierto que en poco tiempo convirtió en el periódico mejor informado de la ciudad, el público no lo acogió con entusiasmo. La combinación de tamaño mayor (estándar) con periodismo de visos sensacionalistas solo halló como eco frialdad absoluta.
De allí sobrevino lo que seria objeto de un largo debate: o se era serio o frívolo. Banchero prefería la seriedad por razones obvias; la influencia era lo que se necesitaba.
Las optimistas proyecciones económicas no se cumplieron y Banchero ajustó las clavijas a su antes generosa cuenta bancaria. Las estrellas periodísticas comenzaron a emigrar lentamente a sus trabajos originales; los gastos crecían (se dice que fueron del orden de los cincuenta millones de soles) y el flamante imperio no rendían los frutos aguardados con ansiedad por el directorio de la Sociedad Nacional de Pesquería, algunos de cuyos miembros habían aportado dinero.
Finalmente Raúl Villarán rompió con Banchero, terminando así una siempre agitada sociedad en la que menudeaban los altercados y que terminaban habitualmente con una renovación de aprecio. Pero quizá hubo una riña que fue la final y Villarán abandono la dirección de Correo.
A pesar del poco éxito económico de la empresa, Banchero podía ser de hecho considerado como un magnate de la prensa. Dominaba cinco diarios en el país y disponía así de un manejo de información que podía ser sabiamente esgrimido en cuestiones políticas. Y así lo entendieron también en altos niveles políticos, especialmente parlamentarios.
Luego de un periodo de transición en el que un periodista aprista ocupo el sillón que dejó Villarán, Banchero contrataría como director al parlamentario Manuel Ramírez del Villar, quien había sido expulsado del partido Democrático Cristiano acusado de intima relación con los intereses pesqueros.
Entretanto, Villarán presentaba una nueva formula a Banchero: Ojo. Un diario de la mañana de corte de vespertino, a sólo un sol y con sensacionalismo que él sabía infundir. Revelando un profundo conocimiento del mercado limeño Villarán edito Ojo para la empresa y sacudió a los “grandes” hasta los cimientos: el periódico fue un éxito total de venta. Es probable además que fuera buen negocio pues la inversión fuera mínima. Y en poco tiempo Ojo se convirtió en el diario mas vendido de la ciudad aunque tenía un defecto para sus propietarios. No tenía ninguna influencia y tampoco valor como pieza en el complicado ajedrez de la estrategia pesquera.
El principal movimiento de esa partida consistía en difundir a través de los diarios -y por supuesto con mayor vehemencia en los Correo- la especie de que el sector pesquero atravesaba serias crisis y que los intereses y economía del país se verían seriamente afectados si descendían la producción de harina de pescado la principal proveedora de divisas. La táctica había rendido frutos un par de veces. Primero la campaña a modo de colchón, luego la acción de los parlamentarios manejaba a través de un autenticó “lobby” y finalmente la obtención de una ley concedía ventajas tributarias.
Una nueva campaña se planeaba cuando Luis Banchero fue súbitamente despertado la madrugada del 3 de octubre de 1968. --¡Los militares han tomado Palacio! Trono una voz al otro lado de la línea.
El magnate no contesto y colgó el fono. Pensativo, se dijo íntimamente: --pues… habrá que comenzar de nuevo………
Juan Gargurevich - Mito y verdad de los diarios de Lima - Lima: Editorial Gráfica Labor, 1972
lunes, 15 de agosto de 2011
BANCHERO Y EL HOTEL
La estancia en el glorioso Crillón del empresario pesquero. Otrora hombre más rico del Perú vivía en su mejor hotel.
Célebre fue el alojamiento del empresario pesquero y fundador de la empresa periodística Epensa, Luis Banchero Rossi, en una suite presidencial del hotel de la Av. La Colmena. Como se sabe, Banchero fue asesinado en el año 72. Su caso conmocionó la sociedad peruana y dio origen a la película “Muerte de un Magnate” de Francisco J. Lombardi y el libro “El Caso Banchero” de Guillermo Thorndike.
El periodista César Lévano, quien solía frecuentar la famosa fonda luego de los cierres de jornada madrugadores y se encontraba con Banchero, recuerda que éste le dijo, acompañado de un buen lomo y pisco sour: “¿Por qué no alquilo una casa? Porque en el Hotel Crillón tengo todo: lavandero, cocinero, mozo, empleados. Si tuviera una casa tendría que contratar el personal entero. Y suficientes preocupaciones ya tengo. En cambio, aquí, si necesito una camisa me la planchan y dejan lista en la noche”. Y es que Banchero, corpulento y karateca, podía pagarlo.
Era el hombre más rico del Perú. Sus fábricas producían más harina y aceite de pescado que la Unión Soviética o el Japón. Y el Crillón, involuntariamente, se convirtió en uno de los epicentros de una intriga criminal, cuyo antagonista fue el jardinero Juan Vilca, de 48 kilos, enjuto y presunto asesino de Banchero. En el célebre libro de Thorndike, acompañado por el no menos célebre recuento de lo inminente (“Faltan 200 horas”), curiosamente el Crillón aparece desde el arranque (“El Chino bajó del taxi, caminó arriba y abajo por La Colmena casi desierta, cerciorándose que no lo seguían, que nadie vigilaba la puerta del Hotel Crillón”). Justamente, ese fue el último lugar público de donde Banchero salió y fue visto, antes de su encuentro con la muerte (“Borthayre –administrador del hotel– reparó en el rostro ceniciento. “Como quien va al funeral de su madre”, pensó”).
Nunca se sabe qué hizo Banquero en esas horas finales entre su salida del Crillón y la llegada a su casa en Chaclacayo. Una casa relativamente reciente, que la adquirió pensando seguramente en dejar el Crillón. Entonces pasó lo que pasó. Si Banchero se hubiera quedado en el hotel, el Perú se hubiera ahorrado una de sus más sonadas crónicas rojas.
Artículo Publicado en Caretas
LA MUERTE DE UN EMPRESARIO
En el crimen atroz perpetrado en la persona de Luis Banchero Rossi, flotan una serie de interrogantes, que se refieren al inter-criminis.
El fornido hombre de empresa, karateka y de reacciones rápidas, de reflejos inmediatos y con una inmensa capacidad para reflejar a los demás, se deja amedrentar, atar, amordazar y finalmente victimar, como si hubiese sido poseído de una lasitud fatal, o encadenado por un extraño influjo.
Quien hasta ahora aparece como la persona que se confiesa el único autor de este hecho de sangre, es un muchacho de talla disminuida, débil y con signos esquizoide, pero que no a estado en una establecimiento de atención para enfermos mentales. Su versión del hecho encaja- por lo que se sabe-con unas de las versiones iniciales del asesinato- pero del otro lado, en forma innominada habla de atrás 2 personas. ¿En que momento de aquel fatídico 1er día del año, se trastorna el enclenque aprendiz de tallador? ¿Es un proceso lento o que surge como una chispa? ¿Hay detrás del crimen persona o personas deseosas de aniquilar al poderoso hombre de negocios, que a su paso por la vida no hizo sino triunfar y avasallar el mercado de la pesca? Luis Banchero Rossi era sin lugar a dudas la primera figura mundial en el mundo pesquero.
Vivía y actuaba como lo que era, como un personaje planetario, que se trasladaba en su propio avión a los lugares en que era necesaria su presencia; y que abarcó una serie de negocios con fe en el país y con fe en los hombres que trabajaban junto a el empresario que se hizo así propio; que comenzó vendiendo lubricantes y que termino dueño en un imperio con grandes ramificaciones y con interés de una sorprendente cantidad de empresas comerciales y fabriles, Banchero Rossi típico hombre de clase media para la demostración viva de que el Perú estuvo abierto en una gama de posibilidades infinita a los elementos de acción, que se empeñan, trabajan y se esfuerzan. El muchacho tacneño, sin fortuna y poder. En que frustra su vida, hay una serie de hechos sin explicación. Deben esclarecerse para que no quede ni la menor sombra de duda en torno a los propósitos y a la forma como fue asesinado Luis Banchero Rossi.
J.L.R
Editorial de Diario El COMERCIO, 08 de Enero de 1972
La muerte del señor Luis Banchero Rossi
Profunda consternación ha causado, en todos los medios del país, la noticia de la trágica muerte del conocido y joven hombre de empresa, Ingeniero Luis Banchero Rossi, motivan este duelo múltiples circunstancias horrendas de un crimen absurdo; la juventud de la victima, la espectacular carrera empresarial que había realizado; la importancia que para el país tenían sus actividades; su innata simpatía personal; y el hecho de ser un hombre joven que, sin otra arma de su capacidad extraordinaria, supo construir en poco tiempo una red de industrias y empresas que dieron como resultados una industria pesquera que dieron como resultados una industria pesquera que hoy esta ubicada en el primer lugar del mundo.
Los países jóvenes, que luchan por salir de sus etapas de subdesarrollo, requieren hombres de energía, inteligencia, visión y audacia para forjar empresas e impulsar la producción. El mundo de hoy, con sus complicados sistemas financieros y tecnológicos, tiene en el hombre de empresa a su mejor símbolo.
Dentro de la sociedad democrática, donde todos los ciudadanos tiene iguales oportunidades. Resulta enaltecedor que hombres animados por ideales, voluntad e inteligencia, se impongan con éxitos en pocos años.
Todas estas cualidades reunía el señor Luis Banchero Rossi. El país esperaba mucho de él. Las empresas que había forjado, se multiplicaban. De la pesca para harina y aceite, había pasado la construcción de artilleros y se iniciaba en la audaz línea de pesca para el consumos humano, Incursiono el terreno del periodismo, fundando una cadena de publicaciones en Lima y Provincias; fue promotor del deporte; hizo gran numero de obras de bien; impulso a los trabajadores en su lucha por superarse y supo contagias a jóvenes empresarios como el espíritu de audacia, de confianza en los destinos del Perú. Por eso su muerte, constituye un verdadera perdida para el país y por ello debe llevarse a cabo la más prolija investigación para descubrir al autor o autores de tan execrable crimen.
EDITORIAL de El COMERCIO, Martes 04 de Enero de 1972
EDITORIAL de El COMERCIO, Martes 04 de Enero de 1972
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